CAMBIO MI ESPADA POR LA PLUMA

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miércoles, 13 de agosto de 2014

AGO 2014 HISTORIA DE UN ESPERPENTO



LA MANCOMUNIDAD DEL BAJO GUADALQUIVIR

Se me revuelven las tripas cuando veo a una panda de políticos inútiles dándose abrazos sonrientes para salir en la foto después de haber quebrado una sociedad creada por expertos en arruinar pueblos y enriquecerse. Estos trileros dejan una roncha de 42 millones de euros que tendremos que pagar todos nosotros. Repetimos: La historia de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir ha sido un mal sueño pintado de chapuza que debería estar en el manual anticorrupción de todo aquel aspirante a ocupar cualquier tipo de cargo público en esta región de súbditos que miran para otro lado mientras nos roban.

Resulta que... al más puro estilo chanela progre, se monta un chiringuito, se apuntan cuatro compadres, se enchufa a unos coleguitas, se trata con empresas afines, se pasa todo por un gestor que no pide papeles ni justificantes, se hacen barbaridades con total impunidad, se ejecuta un proyecto pero se olvidan tres... y todo ello bajo el manto cubrelotodo protector de la gran ubre que amamanta todo este tipo de acciones y conductas chulescas durante 30 años para que impunemente se siga mangoneando a los andaluces. Las idas y venidas de dinero fluyen para que éste desaparezca como un fantasma. Cuando el reventón salta a la opinión pública y estalla el escándalo de forma clara y concisa, deciden que quien tiene que poner orden y liquidar la sociedad sin pedir responsabilidades sea una compañera de partido de quienes han cometido el fraude. Se corrobora que apenas hay documentación, que los gastos descomunales no están justificados, que el dinero no aparece, que la praxis estaba fuera de control, que ... pues eso, que no había ningún tipo de rigor y que cada uno hizo lo que le dio la gana sin que nadie le pidiera cuentas. Entonces se determina el cálculo de la roncha y se la adosan a los pueblos perjudicados.


Ahora empieza el surrealismo: El culpable del robo nos presta el dinero para liquidar tal  porquería consentida. En esta región de gobiernos corruptos y cleptocracia institucionalizada, cuando una panda de políticos delinque, en vez de llevarlo a los tribunales y exigirles responsabilidades, lo que se suele hacer es pedirle el dinero al contribuyente que ni sabe que existía tal movida para tapar el agujero de derroche por la millonada que han malversado dichos compañeros. Y siempre son los mismos. Se te va encogiendo la cara cuando esto ya va oliendo a esperpento y oyes que desde la Junta de Andalucía (la de las mil tetas donde fluye el pienso adormecedor que ciega) se nos vende la burra de que gracias a ella nos salvaremos todos (huy! perdón... todos y todas) y que así, por la intermediación de nuestra madre salvadora, podrán cobrar los trabajadores,  las empresas proveedoras y los autónomos, ya que nos adelantarán a quienes no hemos tenido culpa de nada el dinero que debemos pagar para tapar el mangoneo auspiciado y consentido por ella misma. A  saber cómo han facturado toda esta gente beneficiaria de los contratos y cuanto sobrecoste pactado amplificó la deuda.

El dolor se agudiza aun más cuando, sonriente otra vez, el presidente de la Diputación de Sevilla declara rodeado de compinches que la  liquidación de la jodida mancomunidad ha sido ejemplar y alaba a su compañera de partido. Y  otra vez sonrisas...  ¿De qué se ríen estos delincuentes para salir en la foto?. Agradece también el sentido común que han demostrado los ayuntamientos pagando la deuda sin rechistar para poder seguir avanzando. Je,je ¿avanzando? Lo dicho, surrealismo.

La burla no queda ahí. Cuando en un pleno del ayuntamiento de Utrera se debe debatir el aprobar o no pagar la parte que le ha correspondido a nuestro pueblo (perjudicado como el que mas), nuestros queridos gobernantes aceptan pagar 5'2 millones de euros sin pedir explicaciones, denunciar o llevar a los tribunales a quienes le endosan esa deuda a los utreranos... Esta es la historia y así la he contado.