EL SUEÑO DE LOS INMIGRANTES ILEGALES
Un viaje, un cuento, a veces muy duro y otras no. Ese es el sueño de la mayoría de los inmigrantes (los que huyen de la miseria y los que no) por el Mediterráneo o el Atlántico, sin maletas pero con teléfono y agenda, con el único propósito de pisar suelo español.
En cuanto la mafia los sueltan en un punto específico de alta mar fuera de las fronteras marítimas africanas, con gasolina para unas cuantas millas, ya hay un barco esperándolos de alguna ONG que actúa como taxi. No se trata de un "rescate solidario", es un transbordo planificado. A partir de ahí, en el momento en que los suben al barco, se activa un complejo dispositivo "humano" donde no falta de nada y que podría terminar con una pensión no contributiva.
Se les dan primeros auxilios (hipotermias, mantas térmicas, agua y comida). Al llegar a tierra ya pasan un examen médico más completo, según sus dolencias, y se les facilita acceso a duchas y un kid de aseo. Por supuesto tres comidas diarias y camas provisionales en cualquier polideportivo o pabellón de campaña mientras los alojan en una residencia u hotel, para estar un tiempo indeterminado hasta que les faciliten un avión rumbo al destino definitivo, donde serán nuevamente hospedados y quedarán libres a su suerte.
Son todos varones jóvenes de hasta 25 años que quieren tener sus hijos aquí (apenas alguna mujer y su bebé), ninguno lleva documentación y la mayoría miente sobre su edad y nombre. También encubren su origen, pues se ha demostrado que la inmensa mayoría son subsaharianos o proceden de países como Marruecos, Mauritania y Argelia, donde no hay guerras ni conflictos relevantes como para poder ser tratados como solicitantes de asilo ni otorgarles el status de refugiados. Y es que ellos llegan con la cartilla bien aprendida y saben el trato que van a recibir.
Ea, pues ya están fichados, enumerados y metidos en las estadísticas que son las que finalmente determinan el cálculo para el importe de las subvenciones a repartir entre ONGs, la Cruz Roja, Asociaciones Solidarias y Centros Asistenciales de todo tipo creados ad hoc para trincar de la solidaridad. Chiringuitos, vaya. Hasta el Padre Ángel se enriquece con la caridad.
La mayoría solo huye de la miseria, en busca de una oportunidad para tener una vida digna en nuestra sociedad, pero otros, sin ninguna intención de acatar nuestras normas, solo vienen a retozar bajo el cálido manto de nuestro Estado del Bienestar, las ayudas de todo tipo y seguir con su estilo de vida.
Recibirán asesoramiento para solicitar ayudas asistenciales, sociales y económicas, además de sanidad gratuita, todo gratuito. Les explicarán con todo detalle cuáles son sus derechos, nunca sus obligaciones, y, entonces, muchos deciden quedarse y otros seguirán su camino hacia algún punto de Europa, donde les esperan familiares o amigos o la organización terorista que los haya reclutado. Y también serán bien tratados. Cuando todo acabe, ya incluidos en el bondadoso sistema occidental, empieza la cruda realidad y el peligro de la convivencia entre dos culturas antagónicas que, a la vista de los hechos, es casi imposible que se mezclen sin conflictos, porque los dueños de la casa (los acogedores) tienen sus normas y democracia, y sus invitados (los acogidos) su autoritaria religión ancestral a la que nunca renunciarán.
Lo repito: Hay que tener en cuenta es que hay muchos infiltrados, con el billete pagado, que vienen ya reclutados por bandas yihadistas que operan por toda Europa para cometer atentados. Las Policías de cada país destinan ingentes cantidades de recursos y personal solo para controlarlas, y aún así no dan a basto con tanto terrorismo.
Dos cosas más: Esta historia recién empezada, que seguirá hasta que ellos quieran, termina en pensiones no contributivas para inmigrantes. Ya existen.
Y otra cosa a tener en cuenta... Ya hay movimientos sociales pro islamistas importantes que alertan de la discriminación que sufren los inmigrantes musulmanes en toda Europa. O sea, que el victimismo seguirá siendo una baza importante para perpetuar el entramado subvencional.
El resumen de este cuento es que con una inversión de 4 o 5.000 Euros, algo de suerte y moviendo los hilos oportunos, podrán vivir toda una vida mamando de la teta de Europa sin renunciar a sus costumbres medievales mientras invaden todo lo que nosotros les permitimos sin rechistar. Hasta una pensión no contributiva pueden conseguir. A este ritmo, ¿Cuánto tiempo ha de pasar para la islamización de Europa?
Y colorín colorado, este cuento pseudosolidario se ha acabado.