CAMBIO MI ESPADA POR LA PLUMA

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domingo, 18 de abril de 2021

CARTA A SERIGNÉ MBAYÉ.
EL FICHAJE DE PODEMOS PARA LUCHAR CONTRA EL RACISMO INSTITUCIONALIZADO DE MADRID.


Sr. Serigné Mbayé:
Entraste en España ilegalmente tras una complicada travesía desde Senegal, donde vivías en la extrema pobreza. Tras años viviendo como mantero en la clandestinidad y ejerciendo todo tipo de actividades ilícitas, te dieron la nacionalidad y te hicieron líder de un inexistente sindicato de manteros. Después, tras años correteando a la Policía, te dejaron dar un pregón en Lavapiés, donde encabezaste los graves disturbios tras la muerte de otro mantero por un infarto y le metisteis fuego al barrio. Con la de subvenciones y ayuditas que habrás cobrado todos estos años, hasta te sacan en la Wikipedia.


Entonces, cómo puede tener un cargo en política un tío que todo lo que defiende es ilegal?
Te pones una camiseta contra el racismo institucional y te apoyas en un partido amigo de regímenes genocidas y narcodictaduras bolivarianas para luchar contra el sistema que te ha permitido todo eso. Y te atreves a darnos lecciones de ética y legalidad, tú que has vivido fuera de ella porque has sido un delincuente.


Dices que te inspiras leyendo sobre Malcolm X, el líder de los movimientos civiles que luchó por los derechos de los negros en EEUU. No compares hombre, que, a veces, las comparaciones son odiosas y hay que tener la cara muy dura.
Ahora eres socio fundador de un restaurante "agroecológico, cooperativo, vegetariano, sostenible y con claro compromiso por la transformación social y ambiental". Ea! Tonto no eres. Los socios que te apadrinan se mueven con distintas ONGs prestando labores de "apoyo en materia de políticas de género y sostenibilidad, así como campañas de sensibilización y facilitación de procesos participativos con un enfoque socioambiental y de género". Maravilloso. Una "empresa social" dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas y el medio ambiente. Toma ya!! Vais a necesitar un toldo de 30 metros en la fachada del restaurante para poder rotular lo que sois, no? Lo dicho: tonto no eres y has sabido subirte al rollo progre para pillar por todos lados.


Tú, descastado, que denuncias el "racismo institucional" y representas al colectivo de inmigrantes condenados a la exclusión social y a la marginación por la malvada sociedad española y madrileña profundamente racista... montas este tinglado en una de las mejores zonas del Madrid que te oprime? Cómo te atreves a decir que te metes en política para defender una mejora en Sanidad, Educación y Transporte Público de Madrid? No te da vergüenza?
A ver, muchachote: existen muchos rankings que cada año sitúan a España entre los cinco primeros y mejores países del mundo para vivir y trabajar siendo extranjero. Y de entre las comunidades autónomas, Madrid figura siempre entre los puestos uno y dos como uno de los destinos con mejor calidad de vida para el inmigrante.
Ingrato ex delincuente, vergüenza te tenía que dar lanzarte a la arena política para luchar contra Isabel Díaz Ayuso, la presidenta que ha luchado contra viento y marea para que tú puedas tener tu negocio en marcha.
Llevas muchos años disfrutando de tu nueva vida en un país libre y en una ciudad maravillosa que te lo ha dado todo. Gracias al garantista estado español has podido salir de la pobreza más extrema, librarte de la deportación, meterte en estructuras progres para chupar todo lo posible y abrir un negocio en el Madrid racista que tú llamas.
Esto, en mi pueblo se llama ser un miserable desagradecido. De toda la vida!!
Lo que deberías hacer es trabajar para que tus compatriotas senegaleses (y otros africanos) dejen la delincuencia y la venta de drogas en Lavapiés; limpiar la imagen que dan empercochando el barrio llenándolo de mierda; convencerlos de que dejen de merodear las esquinas oscuras para asaltar a viandantes de madrugada; que entiendan que son acogidos y no pueden imponer sus leyes... que se comporten, joder, que este barrio ya ha pasado mucho y por eso los turistas no entran. Trabaja para que tus colegas ocupadores de pisos no atenten contra la propiedad privada ni destrocen inmuebles que no son suyos. Si te metes en política y lo consigues, eso será suficiente y habrá merecido la pena.
Saludos. Ah! Y que conste que me importa un pimiento que seas negro, azul, burdeos o violeta.



NOTA:
Un mantero es un inmigrante ilegal que vende de forma ilegal productos falsificados que han sido fabricados ilegalmente por niños explotados por las mafias en países del tercer mundo.
Todo el transporte, el almacenaje y la distribución para la venta es, como no podría ser de otra manera, ilegal. Ni qué decir que no se someten a ninguna regulación por ninguna normativa, no pagan impuestos, Seguridad Social, Hacienda, Cuota de Autónomo, IVA, Nóminas, Seguro de Responsabilidad Civil... nada de nada. A cualquier comerciante que sí cumple con todo esto y genera puestos de trabajo, lo pillan en la aduana trayendo ropa falsificada de China y lo meten en la cárcel.
Según uno de los últimos estudios sobre la venta ambulante ilegal en Madrid, la actividad del "Top Manta" (aparte del descomunal perjuicio a los comerciantes y vendedores ambulantes) supone para el sector del comercio una pérdida de ventas de 157 millones de euros al año y de 1.406 puestos de trabajo sólo en Madrid.

lunes, 12 de abril de 2021




En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos,
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años
me halla, y me hallará, sin temor.

Ya no importa cuán estrecho haya sido el camino
ni cuántos castigos lleve a la espalda.
Soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley

domingo, 11 de abril de 2021

 

SECTARISMO, FANATISMO Y VIOLENCIA

SECTARISMO: intolerancia, discriminación u odio que surgen de dar importancia a las diferencias percibidas entre diferentes grupos sociales, políticos o religiosos, o entre las subdivisiones dentro de un grupo, como las diferentes manifestaciones de una misma religión o las facciones de un movimiento político.



Ya puedo estar tres horas razonando algo apoyado en hechos históricos, documentado en cientos de informes objetivos y neutrales basados en hemerotecas que te lo muestra a las claras, verdades como puños que nadie se atrevería a cuestionar... pues nada, hay gente que no quiere entender aunque se lo explicaras mil veces más. 

Es la desoladora certeza de que es imposible transmitir la idea de complejidad humana a aquellos cuya razón de existir depende de que el mundo se componga de respuestas simples. Pueden tergiversar y reescribir la historia hasta conseguir que los libros que lo cuentan no digan lo que dicen porque así lo necesitan quienes se aprovisionan de piedras para lanzárselas a los demás. Los llaman a filas, se alistan, se ponen a dar mamporrazos a la policía y a soltar vómitos sobre quien lleva otra camiseta o no piensa como ellos. Y todo bajo el manto de la libertad de expresión, la democracia, la libertad, los derechos civiles, el pueblo obrero y todas sus consignas pancarteras.



Sin embargo, es necesario explicarles que todos somos inocentes hasta que demostramos lo contrario. Que son sus actos, y no la papeleta que eligen meter en la urna, lo que les convierten en una persona decente o deshonesta. Que moverse libremente por el mundo no es una actividad realizada por los demás para provocarles, ni dar un mitin es buscar que les peguen. Que ni las calles y los barrios son suyas. No importa cuantos hayan votado lo mismo que ellos: nunca han sido, ni serán, de ellos por mucho que chillen. Tan difícil es entenderlo? Pues, por lo visto, así es.

Es necesario recordarles que los demás tienen necesidades, sentimientos, miedos y preferencias. Que lo que para ellos es sagrado a otros puede no importarles y eso no les da derecho a pisotearles. Porque tener ideas distintas sobre los mismos temas no es una contrariedad: es una evidencia.

Hay que explicarles que lo que desean que hubiera sucedido tal vez no haya ocurrido ni llegue a ocurrir nunca y no existe un culpable en el que desahogar su frustración.



No aceptan que les expliquen por qué apropiarse de las instituciones de todos para usarlas contra una parte es inmoral, pero no podrían entender la respuesta. Para hacerlo primero tendrían que repasar la lista de las personas que han formado parte de sus vidas, que votaban e incluso militaban, como ellos, en un partido político distinto al suyo. Esas personas eran reales. La amistad y el respeto que sentían por ellas, antes de radicalizaros, también lo eran.

Ya no pueden aceptar que esa realidad (la amistad y el respeto) haya existido. Les  mienten y aceptan su parte en el trato. Si se alegran porque le abren la cabeza a alguien, no piensan que son seres miserables por ello. 

Viven convencidos  de que lo elemental es demasiado sofisticado para las mentes que comparten su ideología.


Pueden vestir su fanatismo e ignorancia de conocimiento apropiándose de los sufrimientos, las concesiones y la generosidad de otros que lograron cosas difíciles, y conseguir que los libros que lo cuentan no digan lo que dicen. 

Su intransigencia les prohíbe mirar a los demás (a quienes consideran responsables de su propia decadencia), no vaya a ser que desmonten su ideología.