CARTA A
UGT Y CCOO ANDALUCÍA
Muy Sres.
míos:
Me llamo
Vladimir Opieczonek y mi mujer Helena Kondola. Somos unos empresarios polacos
que queríamos montar una factoría de lo que sea en Andalucía a pesar de que mis
asesores me informaron de que estáis compinchados con el gobierno autonómico
corrupto, hay falta de productividad, alto absentismo, conflictividad laboral
política y cambios de rumbo a nivel nacional que nos pueden mandar en cualquier
momento al ca... ca... ra... cada cuatro años. Me dicen que soléis presionar y extorsionar para pactar convenios abusivos
e incomprendidos donde solo tengan derechos vuestros afiliados y poder
recolocar a los familiares en la bolsa de trabajo. A cambio ofrecéis un poco de
paz hasta que volváis a hostigar a la patronal con nuevas exigencias. Sabemos
ya que os encanta cortar carreteras e incendiar
lo que sea, con vuestras pancartas, con vuestra demagogia barata y las
agresiones. Los de la cara tapada defensores de los compañeros trabajadores son
los mismos que faltan 20 veces injustificadamente al trabajo durante un año
donde también pillan sospechosas bajas. Son los que protestan cuando la entrega
urgente de un pedido requiere que nos quedemos todos un rato. Los que quieren
mantener sus privilegios con catorce pagas y disfrutar de los beneficios de sus
derechos obviando sus obligaciones porque lo dice el sindicato. Los liberados
hacen el trabajo sucio, el único que en su vida realizan porque de doblarla no
entienden demasiado. Los que nos pueden dejar en la estacada cuando surja el
más mínimo inconveniente atendiendo a la voz de su amo.
Si "la
cosa" sale mal por los motivos anteriormente señalados ¿seremos el
objetivo de vuestros actos violentos amplificados por los medios autorizados? ¿Seremos
el demonio que ha venido aquí a destrozar el futuro de los trabajadores?
Siempre tenéis un culpable para todo. La izquierda radical y los corruptos
sindicatos no seríais nada en sí mismos si no tenéis en vuestro imaginario un
feroz enemigo torturador a quien responsabilizar de todos los males. Al más
mínimo despiste nos culparéis de todo. Me han dicho que cuando vea a alguien
con el puño en alto gritando libertad, huya rápido y me aleje de ellos.
Helena
quiere venir a España porque adora Andalucía y está enamorada de Sevilla.
Llevamos 14 años casados y hemos pasado por dos fracasos y alguna que otra
ruina. Nunca nos regaló nadie nada y superamos los contratiempos sin
subvenciones ni medios, partiendo de cero. Hemos solventado con dignidad muchas
controversias con alguna ayuda del gobierno polaco que siempre quiso estar a
nuestro lado. Entiendo por lo que me informan que aquí en Andalucía cuando
tengamos un problema no nos van a ayudar sino a demonizar. Inyectarían millones
a modo de ERE para que los familiares de los políticos se lo queden.
Alina,
Adrianna y Robert hablan un poco de español (sobre todo la mayor que se escribe
con un muchacho utrerano) y podrían adaptarse a este hermoso país y a esta bellísima
gente. Ya en anteriores veranos hicieron amiguitos en la plaza de Utrera, por
las playas de Cádiz y en la casa de campo de mi amigo Fernando. Nos encantan
los arroces, las sardinas malagueñas, el jamón de pata negra, las gambas
blancas de Huelva, las papas con chocos, el salmorejo cordobés y el gazpacho.
Yo muero por una de frito variado con una Cruzcampo.
Soñábamos
despertarnos con amaneceres de fresquito entrecortado, ocho horas de sol
dorado, atardeceres abstractos, noches de luna asomada y estrellas brillantes (seguimos
enamorados, tanto, que soñábamos con este traslado). Los chicos ya lo habían
asimilado. Adoramos ese Sol que te abraza para que los Otoños sean templados,
los Inviernos soportables, las Primaveras adorables y los Veranos de playa y
chiringuito inimaginables.
Amigo
Vladimir, me dijeron, cualquier sitio mejor para invertir, pues esta región
está dominada y subvencionada por el radicalismo de izquierdas que solo quiere
vivir de la beneficencia y el derroche de los sistemas sociales basados en la
deuda pública. Han robado todo lo posible durante tres décadas de escándalos y
tienen una red clientelar de estructura mafiosa. No te atrevas, amigo, mira por
tus hijos.
Señores
sindicalistas: siempre hemos llevado con honradez nuestros negocios y no puedo
arriesgarme a que una panda de matones chupópteros arruinen nuestras ilusiones.
Yo tengo limpias mis cuentas y vosotros os negáis a acogeros a la ley de
transparencia. Después de enterarme de todo lo que habéis robado durante tantos
años, no puedo solo que escandalizarme ante tanto sectarismo y la impunidad con
la que habéis actuado.
Es más, después
de que haya salido a la luz vuestra trama delictiva y expuesto con claridad el
sistema diseñado para robar, amenazáis con seguir acosando a la Juez que
instruye docenas de escándalos que habéis protagonizado. El puño en alto es el
mismo que bien abríais para coger sobres de 500 € y cobrar facturas falsas,
abanderando la defensa del asalariado. ¿Alguien entiende algo?
Hay un tal
Cyrano de Utrera que de todo esto me ha informado y a quien agradezco de
antemano sus advertencias, pues después de haberme documentado, he comprobado
que no ha errado. Incluso entiendo que os llame directamente MAFIA SINDICAL en
una revista de Utrera (a mi esposa le encantan sus portadas). Yo que vi en su
día la película del espadachín bretón, entiendo que algo se le asemeja pues
valor no le ha faltado, aunque este articulista es chato. El nos dio buenos
consejos y advirtió del peligro que corremos. Espero y deseo que no haya sido
presa de una emboscada... sigue vivo, creo. Nos explicó que os habéis quedado
el dinero de los parados con la complicidad del gobierno regional. Hay ya más
de cien imputados. Es para echarse a temblar.
Por todo
ello, desisto y nos negamos a emprender esta empresa colectiva que hubiera sido
muy bonita. Ya me hubiera gustado habernos instalado, pero nos iremos a otro
sitio donde no haya fieras sedientes de lucha obrera, ni política de despachos que
te perjudican a la primera incumpliendo pactos. Queríamos ofertar 500 puestos
de trabajo más otros tantos indirectos que me los llevo a otro lado. La
intención era expandirnos y diversificarnos en una provincia como Sevilla con
el 36% de paro. Lo siento por mi parienta que le hubiera encantado vivir en
esta región y disfrutar del privilegiado clima y la exquisita gastronomía.
Lo siento
nena, yo aquí no invierto. Que no, Helena, esperaremos unos años a ver si echan
a estos desalmados. Gracias Cyrano por haberme advertido de lo que son en
vuestra tierra los sindicatos.
Atte: Vladimir Opieczonek y Helena
Kondola.
cyranodeutrera100.blogspot.com
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