AY PENA
PENITA PENA
Pena de mi
corazón que me corre por las venas con la fuerza de un ciclón. Se puede morir
de pena, claro que sí, pero no se puede vivir acomodado toda la vida a costa de
ella.
Señoras y
señores: todo es mentira... Andalucía es un tremendo fraude. Si alguna vez
fuimos esclavos, hace tiempo se cortaron los hierros de nuestro calabozo. Y ojalá
fuéramos potros desbocados que no saben dónde
van, porque ya hace tiempo que parecemos mansos sedados que enfilados al
matadero contentos van. Ay, pena penita pena...que rentabilidad le han sacado algunos a tanto llanto y quejido
que no por mucho repetirlo y exagerarlo ha sido siempre sincero y justificado. La
marca Andalucía plagada de tópicos maliciosos y mentiras descomunales que
nuestros eternos dirigentes se han esforzado en vender aquí y fuera de nuestras
lindes, está basada en un burdo engaño diseñado para financiar la vida
subsidiada sustentada en un sonrojante victimismo que nos perpetua como los más
tontos de España.
Con una
visión cortoplacista, una planificación territorial sin altura de miras, la
inestimable ayuda de la desidia generalizada, la ausencia de autocrítica (nuestras
penitas siempre son por culpa de otros), la falta de coraje y una oposición política acomplejada que no se
atreve a llamar a las cosas por su nombre; tenemos en la actualidad un
escenario social y político para echarse a llorar sin consuelo. ¿Mas llantos?
Deja, no mas pucheros, que mira donde nuestros lamentos nos ha llevado. Desde
el mayor nido de corrupción que es la Junta de Andalucía han saqueado lo
poquito que teníamos y destrozado las infinitas posibilidades reales de
prosperidad que se nos fueron presentado en forma de limosna europea. Y es que
durante todo este tiempo, los nuevos señoritos feudales del gobierno andaluz y
dueños del cortijo no han parado de robar mientras nosotros todos, con la
música alta, no nos enterábamos de nada. Los malos avanzan por la inactividad
de los buenos, y si estos politicuchos de tres al cuarto que nos tienen en los
últimos puestos de todo siguen ahí es porque nosotros se lo permitimos de buen
rollito. Y es que la tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es el mal...
que es lo mismo que un nublado de tiniebla y pedernal.
Andalucía:
me duelen los ojos de mirar sin verte, reniego de ti... si, si. Nadie tiene la
culpa de tu mala suerte (ni mis rosas de abril... quizá la del puño cerrado)
porque ésta no puede ser perpetua. Es tan fácil como que hay que levantarse
cuando te caes. Si te quedas en el suelo lloriqueando, llegarán los buitres
oportunistas para beber tu sangre. El continuo chaneleo y la anestesia
inoculada vía subsidios, terminan de viciar el ambiente hasta hacerlo irrespirable.
Ay, pena penita pena... no tener unos gobernantes honrados que marquen un
camino recto y fiable.
Ay, pena
penita pena... Ya está bien de penitas,
joder!! Ya está bien de pasar Despeñaperros para protestar donde gobierna el PP
que nunca nos dirigió. A ver cuando hay dignidad y cojones para plantarse
delante de los sinvergüenzas de la Junta de Andalucía para exigirles
responsabilidades por la caótica situación social. moral. económica y política
que nos ridiculiza colocándonos en los últimos puestos de todo. Y dejémonos de
penitas y llantos, que miren ustedes a donde nos han llevado.
Que yo no quiero
flores, dinero ni palmas...ya está bien de pasteleo, subsidios y palmadas;
quiero que desaparezcan para siempre las alimañas ladronas que ejercen su
dictadura en mi región. Basta ya de pasteleo. No se puede vivir mantenido toda
la vida a costa de la pena, ni relamiéndose las heridas fingidas. No quiero más
llantos pues a la vista está dónde nuestros lamentos nos ha llevado. Se puede
morir de pena pero es imposible vivir mantenido toda la vida a costa de ella.
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