CAMBIO MI ESPADA POR LA PLUMA

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miércoles, 2 de abril de 2014

MARZO 2014 BAR CAFETERÍA ALONSI



Bar Cafetería Alonsi                                                                                                                                    c/ Belmonte,1   Tfno: 954862870


Aunque ya pueda cansar, tendremos que aclarar por enésima vez que, incluso arriesgando, siempre defiendo y apuesto por la valentía de los jóvenes que hay empujando en la hostelería currándoselo con ideas nuevas y frescura en sus propuestas. Solo el hecho de intentar actualizar, avanzar y sorprender al personal luchando contra "lo típico" con inventos no establecidos en este dificilísimo, sectarísimo e ingratísimo pueblo, merece mi  respeto y predisposición al apoyo de tan ardua tarea, sea quien sea.  Así que, dicho esto, (igual que ayer y antier) estoy libre de sospecha. O al menos eso creía.
Rehúyo desconfiado de los establecimientos acomodados que pretenden perpetuarse como lo que no son viviendo de injustas rentas y autocalificándose con alta nota simplemente por llevar abiertos muchísimos años. Lo del "guiso de la abuela, lo campero, y ahora lo ecológico" me pareció siempre un  infame artilugio propenso al fraude en manos de sucedáneos oportunistas. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Que va, ni mucho menos. La peste y la mugre en una tasca no está justificada porque se asocie con autenticidad y solera. Igualmente, rodear, enmascarar y adulterar con snobismos y modas el concepto más básico de la comida (el sabor y el gusto) es igual de engañoso que  encumbrar un guisote de antaño calificándolo de leyenda porque te imagines a la abuelita en blanco y negro con la candela de leña, cocinando con la cuchara de palo a fuego lento y muuucha paciencia con el limonero a dos metros de la puerta de la cocina y las gallinitas correteando por el patio. ¿Sabes lo que lleva dentro ese puchero? ¿Y lo malísima cocinera que era esa señora? No magnifico ningún imperativo que suene tradicional por el simple hecho de que lo parezca si no entendí que reflejara la historia de un recetario, ofreciera la veracidad contrastable de un pueblo que cocina de tal manera, o que no rezume calidad en todos los sentidos. Puede ser una estafa cualquiera como las hay ahora en el fashion 2014 y las seguirá habiendo.

Parece ser que este no es el caso de nuestra visita (al azar de nuevo) del mes de Marzo, pues esta casa que lleva más de tres décadas funcionando luce pulcra e inmaculada con una amplísima carta entendible para todos los públicos que pretende adaptarse sin demasiadas farfolladas a los tiempos que corren por nuestros parques, veredas, plazas, avenidas y esquinas. Sí, sí, me lo habían comentado pero yo había desconfiado. Es lo que tiene haberme despistado con tantas huidas del pueblo y no haber pasado por allí en un montón de años. Comida para toda la familia y variopinta carta donde no engañan a nadie porque apuestan con descaro por la "comida tradicional", por los "clásicos utreranos", por "lo de toda la vida" y, sobre todo, por las frituras... demasiada fritura, canijo, demasiada. Pero ahora han introducido doce novedades que merecen la pena calibrar. Hasta hacen arroces los domingos.


Empezamos abriendo boca con unas humildes y recién hechas PAPAS ALIÑÁS ... perfectas de cocción, aliño y temperatura. Luego nos sirvieron a modo de entrante un MILHOJAS DE MANZANA,QUESO DE CABRA Y HUEVO DE CODORNIZ... simpático y gustoso triduo adornado con unos taquitos de fresa de temporada que yo jamás hubiera pedido en primer lugar dada la cantidad de cosas más novedosas que nos aguardaban. DELICIA DE GAMBAS AL AJILLO... un fantástico y original croquetón rubio (no negro) redondo muy bien conseguido (un diez) que sabía a lo que decía porque realmente tenía dentro lo que decía. Chapeau. ROLLITO ARÁBICO... guisado muy bien, cocina. Me atrevo a decir que es incluso mejorable con más dátil, frutos secos, cambio de presa de cerdo por cordero y puntito mozárabe (ya me metí donde nadie me llama). Seguimos con unas antológicas PAVIAS DE MERLUZA... voluminosas e insuperables. Fantástica tapa emblema marca de la casa. Yo iba a pedir vinagre para lloverlo sobre las patatas, pero resulta que no estábamos en un " british take away" (esta vez sí lo escribo correctamente) y estaba acompañaba por mayonesa y una fresquita ensalada. Listos que son. CRUJIENTE DE CARRILLADA... confusa nomenclatura pues con la boca acolchada disfrutamos de un canutillo relleno de un guiso de carrillada potente, sabrosona, bien condimentada y napado con una salsa de su jugo, endulzada con vino, trabada y suavizada con nata. Muy, pero que muy rico. HOJALDRINA DE QUESO DE CABRA... ¿otra vez ese queso?, con miel y mermelada, vale. Otra vez pasta filo y otra vez fritura. Fallo solo nuestro por pedir más de lo mismo aunque estuviera muy rico. BOMBON DE ATUN... Notable, muy bien conseguido, sabroso y recomendable porque su farsa no era una farsa. SOLOMILLO DE CERDO AL AJILLO... Rico, simplemente bueno y con el tachón de que la salsa al Jerez (bien ligada y no caldosa) empapó unas patatas que eran de bolsa... lógico si aquello se llena y hay que darle de comer a 200 o 300 personas en un servicio. De postre pudimos comprobar que no nos quisieron engañar como la última vez, pues las tartas clásicas de chocolate y de queso son caseras. La oferta pastelera se completa con tocino de cielo, flan, arroz con leche y un PAÑUELO DE POLEÁS con miel y picatostes que fue lo único que probé y superó lo esperado porque recordando antecedentes donde ya lo había probado, dudé de que fuera casero. Y es que con la multiusos pasta brick se hacen maravillas (rollos, talegas, milhojas, paquetes, pañuelos, canutillos, caramelos, samosas, saquitos...etc) y en Casa Alonsi la rentabilizan en exceso pues es protagonista en multitud de platos... demasiados. Recordarles a estos profesionales que horneada resulta mejor y más ligera


La relación calidad precio es fantástica pues degustamos diez platillos (entre tapa y media ración) más un postre y unos bomboncitos de cortesía que nos hincharon la barriga, seis cervezas, nueve tintos Beronia, dos cafés y seis chupitos (nos pusimos bien) y  pagamos (porque mi Capitán siempre paga) 58'60€.  A algo nos habrían invitado, si no, no se entiende que salgamos tambaleándonos por la puerta por el precio que abonamos.
El buen hacer de Consuelo con su gente en la cocina y la profesionalidad de Diego el gerente y demás camareros en la sala, se notan y agradece demasiado. Hablamos de un bar con 12 metros de barra, 106 sillas en un enorme salón y otras 58 en la terraza que a nadie deja descontento. No quiero imaginar aquello un soleado Domingo de Ramos. El bullicio de la barra ambienta pero no interfiere. Este clásico ya en Utrera es un sitio sin pamplinas ni engaños, te ayuda a hacer tu trabajo: el de comer y beber redactando  bajo tu criterio una valoración honesta y fundamentada en lo que te sirven, dónde te lo sirven y cómo te lo sirven. El buen yantar no necesita de efectos visuales adicionales ni trampas dialécticas para despistar. Allí se va a comer y beber... no a interactuar, contemplar el paisaje o hacerse fotos para el facebook. La atención fue correctísima, el trato cercano, el ritmo nos pareció ajustado, todos los bocados (unos más que otros) nos gustaron, agradecimos el buen servicio del vino con su temperatura adecuada y los continuos cambios de platos. Ah!, importante para mí, los baños están equipados e inmaculados y la limpieza brilla en todo el local y sus instalaciones. 


Si no quieres correr riesgos cuando solo pretendas comer bien y no te gusta caer en las trampas de una publicidad engañosa e irresponsable, aquello es apostar a lo seguro. Auguro que sabiendo elegir entre  más de 40 platos, saldrás de allí colmado y satisfecho por un precio ajustado. Yo le doy un aprobado alto y un particular reconocimiento sincero por tanto agrado, pues nos marchamos hartos, medio piripis y encantados ... no como el mes pasado.

3 comentarios:

  1. Querido Cyrano, no tiene relación con el post, pero sé que tu memoria (no sé si tu presencia) alcanzará la Utrera de finales de los ochenta. Recuerdo (buenos recuerdos) vagamente la cafetería Stuttgart en la calle Las Mujeres ¿sabrías contarme algo de ella? Gracias de antemano.

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  2. Estimado lector: Mi memoria falla sobre la cafetería Stuttgart porque, además de ser anterior, no era santo de mi devoción ni a nuestra pandlla nos moló porque no iba con la vanguardia que ofrecíamos como tendencia. Eramos de cintas de chromo, Sarai, casettes reverse, porros de apaleao... muchos porros... litronas y tintos de verano del PacoJavi... polvetes en el coche... muchos polvetes para contarlos... joder!! y después carreras desafiantes a las 4 de la madrugada. Ahí debería haberme quedado, con mi Brightom reverse y el coche de mi padre abollado. AHÍ debería haberme quedado!!



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    1. ¡¡¡SARAI!!! Cuando yo llegué a Utrera ya no existía, o daba los últimos coletazos. Siempre escuché versiones contradictorias ¿Estaba en la calle María Alba? ¿Qué tipo de gente iba por allí? ¿Qué se hacía? ¿Qué se ventilaba?
      Por cierto, seguro que todos pensamos que si nos hubiésemos quedado en alguna parte del camino nos habríamos ahorrado muchas malas historias (pero otras tantas maravillosas, la mayoría). Malos pensamientos que no van a ninguna parte... Pero esas carreras con esa moto de 30 cv y apenas 90 kg no me las quita nadie.

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