CAMBIO MI ESPADA POR LA PLUMA

CAMBIO MI ESPADA POR LA PLUMA
TWITTER @cyranodeutrera

sábado, 29 de marzo de 2014

FEMENINAS Y MADRES

Pensar que alguien es superior al otro es una solemne tontería, aunque noble tarea es intentar que sea más justo el reparto de poder, y en eso llevan toda la razón. Pero hacerlo queriéndose parecer a nosotros, me parece una gran estupidez. Me enfrento y menosprecio porque así lo entiendo, a todo el feminismo político radical. TODO!! Me repele la manipulación sectaria, edulcorada y teledirigida por aquellos políticos que en nombre de la "Igualdad" justifican y amparan que cualquier mujer o niña de 16 años tenga derecho a cargarse la vida de un hijo por no desearlo. Ella sola va a la farmacia o a la Clínica autorizada, si han pasado unas semanas,  y  se carga una vida. Pero es que aquella noche estaba muy borracha y se le fue la olla, ¿vale? Se siente legitimada para tomar esa decisión unilateralmente porque el hombre aquí no pinta nada; el día del refregón, con amor o sin amor, sí. Estos voceros del activismo que yo repudio son los mismos vainas que se atrincheran delante de la Guardia Civil defendiendo a una cría de Buitre,  un pollito de cualquier avecilla desprotegida que está en peligro, el ecosistema de los lagartos,  la biodiversidad que permite la reproducción de especies autóctonas que nos importa muchísimo a todos y a todas...etc.  Haz el Amor y no la Guerra, compañero, pero un bebé humano no nacido sí se puede matar. Voy contra el feminismo. A mi sobrina no la puedo mandar por tabaco o que se traiga una litrona, pero deshacerse de un bebe sin que se enteren sus padres sí que tiene derecho... maldito ZP.

 Estamos divididos a partes iguales para que nos complementemos y no para que nos matemos, asumiendo papeles distintos, inquebrantables y para siempre, por mucho que se empeñen las de las pancartas. La mayoría de ellas se pasan el día mirándose al espejo y pintándose las uñas mientras nosotros perdemos las horas en el bar de abajo malgastando y hablando tonterías. El machismo y feminismo actual son una cuestión de egoísmo y un negocio político que, paradójicamente, alientan muchas que ansían poder tener y lucir, como en los anuncios de perfumes, lujuriosos cuerpazos de tías buenorras que ponen cara de "ven aquí moreno", "dámela toda, mi amor"...etc. y luego se escandalizan con el lenguaje sexista. El alto grado de exhibicionismo e impudicia actual que se ve por la calle, despierta conciencias y apéndices. Nosotros berreamos y ellas se hacen desear.

El origen de esta bendita desigualdad (dígase también diferencia), señoras mías, nace en el propio génesis del Ser Humano y de la inmensa mayoría de los animales no racionales. Nuestros ancestros copulaban como el resto de bestias, ella sumisa  y el maromo dominante, por detrás, aunque con la variante de que evolucionaron y pudieron hacerlo cara a cara. Tenemos además otra inmensa suerte; y es que las féminas actuales no tienen períodos cortos de celo, sino que están activas todo el año. La hembra engendraba, paría y amamantaba, exactamente igual que ahora, mientras que el macho con más fuerza física, salía de caza y defendía a la tribu de los depredadores, algunos de los cuales podían detectar olfativamente una hemorragia menstrual y convertirse en un peligro para la integridad del grupo. Entonces ellas se especializaron en la agricultura. Que no es que se quedaran en casa haciendo la comida mientras el marido se iba de putas.

Cada uno tenía su función porque no había activistas que pretendieran mezclarlos. Si es que la cosa iba mejor cuando no había políticos, pero llegando la modernización, comenzó la perversidad del hombre, que en la mayoría de las culturas sometieron a las mujeres a estructuras patriarcales (judaísmo, cristianismo e islamismo), negándoseles los derechos humanos más elementales que les privaron de cualquier atisbo de libertad e independencia. Y algo de eso,  o bastante, desgraciadamente,  queda todavía en este maloliente mundo. 
Para todo esto hay una mundana explicación: coloca a dos seres vivos en una situación de lucha por la supervivencia y un liderazgo; uno claramente más fuerte físicamente y el otro más débil. ¿Qué sucede? No hace falta ser  un experto. Jodida naturaleza que dicen que es sabia pero también cruel. Un cachetazo trasero, un tironcito de pelo o una guarrería consentida, molan; pero someter a la hembra porque aquí mando yo, como que no. Ellas quieren protección, no que las sometamos.


Si hay que descargar a mano un camión lo antes posible, siempre será aconsejable emplear a cuatro hombres jóvenes y fornidos (aunque feos), que a cuatro chicas preciosas. Si, por el contrario, la tarea es la de promocionar para su venta un producto de cosmetería, (mucho más agradable que descargar el maldito tráiler), recurriremos sin duda, a la atractiva delicadeza y al temple de ellas. Las pruebas de esfuerzo físico en todas las disciplinas deportivas favorecen a los varones, y en las rítmicas, artísticas y sincronizadas suelen destacar las hembras. ¿Acaso no es el bailarín o patinador quien levanta y sostiene a la bailarina o patinadora durante bastante tiempo en el aire?. ¿Y quién de ellos tiene más mérito y es mayor objeto de deseo?. Pues según como lo miremos, porque  no hay que mezclar, somos distintos por suerte.

Mientras nosotros perdemos el tiempo y las fuerzas en bravuconadas, ellas observan, analizan y actúan. No verán ustedes nunca a una mujer arriesgando su vida en la carretera porque se ha picado con otro coche, o pegando nudillazos en la barra de un bar para realzar sus comentarios subidos de tono, o retándose con un desconocido por su honor.

 Mi chica de Madrid, Lorena, cuando me veía despotricando en la cocina, estresado con mis fuegos que no eran los suyos, preocupado, furioso por su tardanza y el verla fumando (yo creo que lo hacía para provocarme y dejar bien claro quién manda), se quedaba apoyada en el quicio de la puerta, le daba en silencio sin abandonar su media sonrisa picarona chulapona que me encandiló, dos caladas mas al cigarrillo que ya había sacado unos centímetros del área restringida, y callaba. Callaba y consentía. Una mujer no necesita chillar porque en silencio es capaz de dejarlo todo bien claro (nunca me contradijo, rechazó o se me enfrentó en público) y después se puede ir a tomar una cerveza con tus rivales mientras uno termina el servicio, recoge y limpia su territorio.  Cuando yo aparecía con ropa de calle, ya más calmado, la encontraba rodeada de moscones que  me recordaban el bombón que tenía y que, entonces, era solo mío. Ella nunca pensó que yo era un infeliz que no agradecía el que hubiera  hecho 54 kilómetros conduciendo como un hombre para venir a verme. Me dejaba berrear y luego me hacía comer y beber en sus manos y/o donde ella quisiera.

Berreamos y se hacen desear...Esa es la vida, feministas de plástico. Cada tres noches la recuerdo y la deseo. Nuestra canción era "Yo he sido tan feliz contigo" ... Era un presagio. La cantábamos juntos, como niños, en el coche a 140 por hora (cuanto te echo de menos,  Lorena)como tantas otras, a dos voces, cuando éramos felices y nuestro vello corporal se erizaba  solo con mirarnos y olernos. Jamás he visto a una tía conducir de esa manera, casi tan bien como yo, pero no tan precisa y temeraria. Era lista y viva, por eso me abandonó. Sí, ella de mí prescindió. Lo que no entiendo es como tanto tiempo me aguantó.

Al cantarle mis versos, que más que poemas son lamentos, prima adorada, sepa usted que cada estrofa  va adornada con su imagen, con su perfume, con sus besos, con ese amor descarnado y violento que suele entregarme en cada encuentro.
Dicho esto, todavía habrá algunas tontas, de tantas que hay en el otro bando, que me tachen de asqueroso machista, egoísta, tonto que se cree alguien porque escribe en una revista, infeliz porque no soy feliz, provocador e incluso violento o maltratador, ya que estamos.

¿Yo misógino? Afirmo, entregado y convencido, que no hay nada más bello en la creación que una mujer. La belleza supera a la fuerza y la inteligencia se complementa con los defectos. Son cosas distintas, pero sumadas ambas casi se llega a la perfección. 

 Nada más sublime que la atracción y la dependencia que una mujer hermosa, femenina (que no feminista) e inteligente, puede provocar en alguien como yo, burdo aprendiz de mi héroe de Bergerac. Me derrumbo ante una cabizbaja mirada picarona, me mareo ante un contoneo acompasado con vaivén de caderas y me enciendo con unas piernas entreabiertas, un  escote insinuoso, una puesta en escena lujuriosa y unas mallas dos tallas menos. Oír unos tacones ya es bastante para oler el pecado. A ver si estoy descubriendo algo nuevo. ¿Yo misógino? Si aún recuerdo y anhelo entre sábanas amantes de antaño (incluso hasta la que me quiso destrozar la vida, aunque nunca sabrá si lo consiguió porque me tiré yo solo) y todavía estoy esperando a la de mis sueños, a la que pueda decirle "te quiero", pero esta vez de verdad, que me haga un hombre completado y satisfecho...  ¿Ven? Yo también caigo en el victimismo. Fácil es sucumbir a ello pero no insuperable. Solo hay que buscar o esperar a otra hasta que llegue la ideal. Y, a ser posible, que el animal más bello, astuto y fantástico de la creación no tenga tan mala leche, si no es mucho pedir.

2 comentarios:

  1. Cyrano, espero comentarios tuyos de Chipiona, esa Chipiona de 1983 o 1984, como agua de mayo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado lector: Tardaré un poquito porque son demasiadas vivencias. Me alegro de que me lea y me requiera. A sus órdenes. GRACIAS POR COMENTAR

      Eliminar

UTILIZA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN CON EDUCACIÓN Y HAZ TU COMENTARIO.