GRACIAS MAJESTAD
Cyrano de Utrera
Hemos convivido todos 39 años bajo el manto de una Monarquía...
aquella que ha salvaguardado nuestras libertades dentro de un Estado de
Derecho, garantizando el avance democrático protegiendo la unidad de España,
liderando la convivencia y propulsando nuestro prestigio en las esferas
internacionales. La modernización de España ha ido siempre de la mano de su Rey
porque siempre estuvo a nuestro lado. En esta nación donde la
altura de miras políticas a corto plazo
se calibra y planifica con un ideario minimalista y oportunista, a veces
improvisado, para que caduque en una legislatura (o menos por aquello de que
vienen unas locales, regionales o europeas y hay que cambiar de discurso y
estrategia), la corona ha sabido alejarse de luchas partidistas, otear lo que
ha de venir y medir los tiempos para que hayamos podido disfrutar de casi
cuatro décadas de democracia aceptablemente apacibles y sin sobresaltos, donde
ha imperado la normalidad y la alternancia de gobiernos de uno u otro color.
Hemos vivido el mayor periodo de prosperidad y estabilidad de nuestra historia
contemporánea porque durante su mandato
se ha multiplicado por nueve la renta per cápita.
D. Juan Carlos: tiene usted mucho que ver con que ahora, la
protesta llena de mentiras históricas, injurias y burdos ataques hacia la
Monarquía ante su abdicación reclamando la 3ª república, sea un acto de
normalidad democrática, y que los macarras que le han atacado vilmente puedan
seguir y seguir ejerciendo su derecho a protestar cuanto quieran. Se llama
libertad de expresión. Aquella que curiosamente no existe en los regímenes
totalitarios y represores donde se inspira la izquierda radical y republicana
que tanto le gusta destrozar el mobiliario urbano de nuestras ciudades. Porque
la realidad es que los que chillan bajo la bandera tricolor de la nefasta II
República son solo un 6 % de los ciudadanos. Ya quisiera yo enfrentarme cual
raso soldado bajo su mando a aquellos que rabiarán cuando lean esta tanda de
alternados pareados.
Majestad, ha sido usted nuestro mejor embajador en el mundo,
abriendo puertas que nadie podría atravesar, para llevar con orgullo y
compromiso la marca España y su imagen ya dignificada de Oriente a Occidente,
de Norte a Sur. Usted tiene la mejor
agenda de contactos internacionales de primer nivel para sobrevolar todos los
cielos y negociar convenios bilaterales y contratos empresariales. Llame usted a
quien llame, se le pone al teléfono. El trato con el que le reciben todos los
dirigentes mundiales es fruto del prestigio ganado a pulso y el respeto unánime
de aquellos países que han mantenido relaciones con la corona española. El
constante servicio al país y su gestión seria y moderada han sido los motivos
de que la mayoría de los negocios y contratos comerciales que hemos podido firmar
en todos los continentes, lleven su sello.
Actualmente somos referencia en
obras civiles e ingeniería de gran calado en el mundo entero gracias a su
intermediación. No hubo nunca desconfianza en su palabra porque jamás nadie le
acusó de traidor.
El saldo de su reinado deja mil luces que eclipsan algunas
sombras. Yo, personalmente, solo le reprocho que usted pidiera perdón por la
escapadita a Botswana para hacer algo totalmente legal como es practicar la caza
mayor en una veda abierta de un parque natural donde es necesario abatir
elefantes todos los años. Lo de los escarceos amorosos que le atribuyen es algo
que me la refinfanfinfla (estuviera bueno) por aquello de que cada uno hace lo
que quiere con su vida privada... aparte de lo ridículo que resulta que seamos
nosotros todos pecadores quienes juzguemos conductas sentimentales. Eché en
falta que no haya dado nunca algún puñetazo que otro en la mesa para defenderse
de las calumnias y plantarle cara a las hienas políticas que lo han insultado,
difamado...pero es que yo soy Cyrano y aunque intente ser ponderado, mi temple
no es precisamente moderado sino desmesurado. Me causa más de un disgusto... a
mí y a los que están a mi lado.
Don Juan Carlos, ya ve usted, hasta de mí hablan mal todos
todos los días, me critican muchos muchos días, y me crucifican algunos algunos días. Con mentiras,
con crueldad y sin valentía, pues las emboscadas, la traición y la sucia
mentira sustituyeron hace tiempo el sentido del deber y la gallardía. Una
porquería. ¿Cómo no iba a recibir ataques un Rey que está haciendo las cosas
tan bien durante tantos años dejando sin posibilidades reales a la República
para que pudiera ser una opción a la jefatura del estado? Y es que, aunque hagan
mucho ruido y alboroto, estén muy organizados y controlen a los insensatos,
solo son cuatro gatos que hacen mucho ruido mediático. Yo no tengo reparos en
declararme orgulloso de ser español (antes que palangana, andaluz o utrerano) y
partidario de la unidad de mi país por todos los costados. Lo de las 17
autonomías fue un grave error y por ello un altísimo precio hemos pagado. Una
amalgama incontrolada de ideología que incita al rechazo. Ahora nacen niños que
estarán de por vida sometidos a las mentiras históricas antiespañolas, al odio
constante, a la información manipulada para su adoctrinamiento sectario porque
así lo han decidido los presidentes cobardes que cedieron nuestro culo a los
nacionalistas por conseguir apoyos puntuales. Así, ha tenido usted que ir oliendo,
legislatura tras otra, toda esta porquería antiespañola que nos invade poco a
poco, en una lista de agravios interminables que solo pretendían desmembrar aun
más el territorio para entregarlo a los que nos detestan por ser españoles.
Durante la transición, usted tuvo el aliento y el apoyo de
la mayoría del pueblo, del espectro parlamentario y el ruedo socio-político (la
izquierda porque solo tenía que ganar, la derecha porque se integraría sin
represalias en la democracia bajo su arbitrio, y los indefinidos liberales e
intelectuales moderados porque acabarían encontrando acomodo en el
"cabemos todos" gracias a la pluralidad). Las expectativas y el
camino por andar eran ilusionantes y las personas estaban ocupadas en avanzar y
recuperar libertades. Todos a una. Su hijo, nuestro ya Rey Felipe VI de España
cuando se publiquen estas letras, no tendrá el mismo escenario.
Ahora ha cambiado todo, el patriotismo se perdió si alguna
vez existió y la fragmentación del país está posibilitando el avance de los que
pretenden romper la unidad de España. Felipe VI no va a disfrutar de tanto consenso como su padre.
Aún teniendo un expediente impoluto y a salvo de polémicas, tendrá a una jauría
de alimañas dispuesta a hincarle el diente a la mas mínima. Todo amplificado
por las televisiones progres que amparándose en el derecho a la libertad de
expresión le dedican un protagonismo sospechoso a quienes tantísimo daño le
hacen a la nación.
Ojalá que cuando se necesite y produzca una reforma
constitucional o se enmiende lo suficientemente la Carta Magna, participen en su
remodelación las nuevas generaciones. Si los jóvenes se implican y contribuyen
para que todos la firmen y se vinculen a ella, la izquierda radical no podrá
movilizarlos para quebrantarla, usar la violencia con cualquier pretexto,
intoxicar a la sociedad y sembrar el caos. Pero, repito, un escenario político
de colaboración es impensable hoy por hoy. Y es que el patriotismo es el mayor
enemigo de los alborotadores.
En nuestro debe queda pendiente la tarea de desincentivar el
uso y abuso del estado de derecho para que en nuestras conciencias no quepa
lugar alguno donde dar cabida a conductas expoliativas donde todo vale porque
reclamamos derechos y no queremos asumir obligaciones. Además de un examen de
conciencia para que el derroche y la malversación no campen a sus anchas si no
que sean constitutivos de delito, y por lo tanto, perseguidos y no aplaudidos.
Me despido igual que empecé y resaltando su
lealtad...GRACIAS MAJESTAD!!
cyranodeutrera100.blogspot.com