POTAJE GITANO DE UTRERA
La cosa, en sus preámbulos, empezó mal... pero siguió como
siguió y acabó casi bien. Un potaje nuevo (muy buenos frijoles), el del
festival flamenco más antiguo de España. La de gente que hay currándoselo detrás
de todo este lío para que finalmente las cosas nunca salgan como deberían sino
como se permiten. Cola de asistentes interminable que por aquello de probar el
sonido a última hora tuvo a centenares de visitantes, algunos habiendo
recorrido bastantes kilómetros, esperando mucho tiempo para acceder al
fantástico patio del Colegio Salesiano, marco incomparable con las mayores
comodidades para este tipo de eventos. Un lujo de recinto disponible sin carga
alguna desde décadas, un escenario de grandes dimensiones e impresionante por
su categoría que acoge cada año al más prestigioso festival flamenco del mundo.
Y nunca estamos a la altura.
Mucha Soleá, mucha Bulería, guitarras a gran nivel, sonido
impecable, ambientazo de 1.400 personas, noche agradable... pero casi nada de
Seguiriyas, ninguna muestra de Malagueñas, Tanguillos, Colombianas, Fandangos, Habaneras,
Rumbas...etc. para que el respetable diverso, joven y nuevo se refrescara en
una velada de seis horas. Por lo visto tanto palo de segunda no se permite. Que
digo yo que ya podrían ponerse de acuerdo. La mesa que pago yo me sale por 300
euros, las bandejas de marisco las traigo refrigeradas y a la novia de mi niño
la veo bostezar a las 2 de la mañana. Esto no es un auditorio, es un festival y
todos tenemos derecho a disfrutar. Si es verdad que esto se ha vuelto
comercial, déjate de tanto cante jondo que el año que viene verás quien te va a
visitar. Si nos ponemos ortodoxos y puristas, vayamos a un teatro como el que
asiste al cine y está tres horas callado. Ni las Alegrías, solo pasables,
refrescaron el ambiente. Todo para finalizar con un público distraído que,
cansado, acabó entregado, a las 4'40 de la mañana, mas al populismo que al
purismo. Aquello era una fiesta más, un acto social larguísimo que requería
variedad. ¿Cómo pudimos estar allí tantas horas sin ver a nadie bailar?
A las 11'14 h se abre el imaginado telón del festival con un
escenario y puesta en escena acordes, una
presentación insulsa y un medio video que pretendía brillar en las dos pantallas
gigantes (¿pantallas en el potaje? pues sí, un acierto), impresentable por
escueto y poco elaborado dedicado a Paco de Lucía (que se cortó) y que resultó
ridículo para tanto artistazo. Mejor no
lo hagas.
Abre el festival una guitarra por Martinetes que casi eran
Soleares para recibir a Tomás de Perrate, que se marcó unos Tientos más que
aceptables rematados por Tangos que la guitarra de Amador Gabarri ejecutó magníficamente como trémolos cercanos
a un fin de fiesta. Siguió, ya sentado, por Soleares de Utrera y Alcalá
silenciando momentáneamente al público... pero las secuencias de este clásico
palo son tan previsibles que si el quejido uniforme se alarga, la gente no
entiende que estamos en Utrera, y no hay letra por medio, llegan a aburrir. Ya,
es lo que tiene el cante jondo. Bueno. Finalizó por Bulerías, serias también
pero que acabaron refrescadas cual dulces villancicos. Buena guitarra. Una pena
que no se le entienda nada y nos perdamos la letra.
A las 12 de la noche se estrena Pansequito (buen tío) con
unas Alegrías que no llegaron a emocionar hasta el final que se olió un poco de
la bahía de Cádiz. Siguió con unas Soleares de salón y unas empalmadas Tarantas
donde se lució y que consiguieron a las 12,36h el primer aplauso de la noche.
El pedazo de artista se crece por Bulerías y, para muchos, parece que empieza
la noche. Finaliza a capella a las 12'51h bajo una gran ovación.
Homenaje a la disidente Sara Pereyra Baras que nos deparó una sorpresita en la noche... la de ver a su madre leyendo sus disculpas y dar una "pataita" en el cante de Gaspar de Perrate para cubrir la desilusionante ausencia de la niña. Después de un fantástico potaje de frijoles vino la sobremesa de Aurora Vargas.
Bueno... no estuvo a su altura, se lo tomó de aquella manera y se quiso lucir sin conseguirlo. Si levantó a alguien de sus asientos sería por las ganas que tenia la gente de fiesta, pero sus Alegrías y Bulerías pasaron de largo hasta que a las 02'18 h sonó el primer violín y después de una hora nada mejoró. Acabó cargándose el Ramito de Violetas y perdiéndose ella sola. Esperábamos todos que algo bailara, pero... otra vez será.
Y a las 3'11h. llegó lo que a mí más me sorprendió. La moza se llama María Toledo. Una faraona toledana que por Soleares (serias pero frescas) me deleitó con su voz rasgada entendible, su porte y su arriesgada apuesta en esta Utrera que atemoriza llena de clichés y corsetes. Se sentó al piano y demostró que una mujer puede hacer varias cosas a la vez. Nos regaló un popurrí que la mezcla de pantalla, piano y pelo suelto... a mí, me embelesó y dejome boquiabierto. Siguió perfilando la faena sentada bailando con la mano derecha su falda para coquetear con el respetable mirándolo de frente. Sí que sirven las pantallas, claro que sí. Para finalizar con el piano, dedicó a Jesús Rosario una balada pausada pero con fuerza. De nuevo sentada y faldeando, siguió con Lole y Manuel y acabó la faena por Bulerías . Dios santo... si se hubiera arrancado a bailar.
Son las 4'02h y aparece El Pele de Córdoba presentándose con
la Zambra de Manolo Caracol para seguir
con unas breves Seguiriyas (por fin) muy bien enfocadas. Siguió con las
omnipresentes Soleares hasta que se descamisó e hizo un guiño a Utrera
pellizcando a Enrique, Fernanda y Bernarda y Bambino. Terminó con Bulerías con
un postre por Fandangos (otro palo olvidado) e hizo un casi fin de fiesta
"acamaronado" que enfervorizó a la gente con Tangos. El público, ya
despierto, pidió otra y a las 4'40h de la madrugada nos la concedió. Si se
hubiera alargado un poco con el baile, la gente que quedaba lo hubiera
agradecido.
En definitiva, un Potaje Gitano aceptable donde el
ambientazo, el recinto, la comida, el sonido y las guitarras se impusieron.
Destacar lo que aportan las guitarras, lo que tapan, lo que marcan y lo que
mandan. Ningún artista invitado salió con dos, pero cuando actuaban parecía que
tenían detrás cuatro. Nos visitaron suizos, suecos, franceses, japoneses y
hasta californianos. Calibrar y valorar
la calidad del sonido que los técnicos de "Sono Polo" consiguieron optimizar
al máximo no sin los problemas y contratiempos habituales estilo Utrera.
Resaltar que mi experiencia como Prensa en la Zona Vip fue algo más que gratificante rodeado de artistas. Departí con un correctísimo y cercano Pansequito que me recriminó haber perdido mis anotaciones y aceptó (cuando las recuperé debajo de sus pies) de agrado y con risas que le leyera mis comentarios sobre su actuación. Disfruté con su mujer Aurora Vargas, que se dejaba querer con la cámara. Conocí, salude y me fotografié con El Pele cordobés y su esposa también. Tomás llevaba una corbata igual que mi camisa y la algarabía de las gitanas de Lebrija. Hubo tiempo hasta para la poesía. Lástima que me perdí el darle un beso a María Toledo y su pelo, suelto como mi verso... pero allí estaba mi compadre El Neno, un prodigio de talento. Y Jesús de la Buena, que me ayudaron con la logística para que me soltara y desenvolviera en mi alternativa en este redil de artistas. Pues eso, sin prisas, hubo tiempo hasta para la poesía.
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