Anoche me
volví a enamorar, sí, otra vez, igual que ayer y antier. Y es que la belleza no
entiende de horarios ni pregunta por la edad del pretendiente que se desboca
ante lo que siente cuando se deslumbra con una chica como la que yo estoy esta
noche de verano venerando. Qué vergüenza que ni siquiera su nombre he memorizado...¿me lo ha dado?, seguro que no, porque no recuerdo habérselo preguntado. Ella
es mas lista que los demonios que duermen a su lado, y yo me recosto a gusto
entre tanto suspiro acalorado.
Ya la conocí
en Chipiona, hace 16 años, y sigue teniendo un lujurioso cuerpazo. El biquini azulado
no me sedujo demasiado, sus pechos si, yo estaba recién separado y mi ex novia
no me quitaba ojo porque conocía mis quebrantos. Anoche en "El
Latino" me asombraron mas sus labios y su educación, pues no me trató como
a un pesado que se acerca a las chicas para acompasarle algún tonto pareado,
no, no, me agradó y mi dirección se llevó... igual le han gustado mis halagos. Y si tiene novio, en este mismo momento me retracto, pero continuo con mis pretenciosos comentarios.
Es una chica
de pelo enredado (igual era liso y no alborotado, Cyrano), ¿ven? ya la he
cagado. Morena, seguro. Seguimos: unos labios guardianes de una boca que invita al pecado, gesto
medido y acompasado, sonrisa picarona de las que te dejan petrificado, feminidad a raudales y buenos modales, educada y amable. Todo ello lo deduzco en un instante. Un disparate.
En la imaginación está el sentido de la vida. Si no, que cojones hago yo en este blog escribiendo y hablando tonterías. La vida es mas tonta y simple de lo que imaginamos, mas fugaz que un fandango, un cometa de verano, un verso alocado, una caricia consentida o un amor quinceañero que te deja de por vida colgado. Así, todo mezclado, se cocina el resultado.
Una locura de labios sonrosados, los de esta chica, aterciopelados... igual me soportó los tres minutos que le hable (igual disfrutó... seguro) por educación, mientras yo, pretencioso, vanidoso y estirado (mentira, entregado), le escribía con mi preciosa escritura la reseña del blog donde yo me desahogo, allí donde esta mi corazón y me desboco con la sinrazón que una mujerona como esta es capaz de provocar y encandilar a alguien como yo... burdo aprendiz de mi héroe de Vergerac.
En la imaginación está el sentido de la vida. Si no, que cojones hago yo en este blog escribiendo y hablando tonterías. La vida es mas tonta y simple de lo que imaginamos, mas fugaz que un fandango, un cometa de verano, un verso alocado, una caricia consentida o un amor quinceañero que te deja de por vida colgado. Así, todo mezclado, se cocina el resultado.
Una locura de labios sonrosados, los de esta chica, aterciopelados... igual me soportó los tres minutos que le hable (igual disfrutó... seguro) por educación, mientras yo, pretencioso, vanidoso y estirado (mentira, entregado), le escribía con mi preciosa escritura la reseña del blog donde yo me desahogo, allí donde esta mi corazón y me desboco con la sinrazón que una mujerona como esta es capaz de provocar y encandilar a alguien como yo... burdo aprendiz de mi héroe de Vergerac.
Ya quisiera morir en su veneno y dormirme entretenido y enredado en sus y mis
pensamientos, algunos obscenos, la verdad ,para que vamos a engañarnos, bueno,
miento, todos toditos todos templados. Y preciosos,
escandalosos, tan deseados como
desmedidos, tan provocadores como lo que yo siento ahora mismo... son la 3 y 45
y aun nada he comido, yo que soy cocinero y presumo de ser muy listo; otro
desatino... pero es que esta dama se merece un soneto, un cuarteto o un quinteto
mientras a sus ojos les saco brillo. Si amanece y sigo hablando de ella es por que se merece mis desatinos.
La niña a la
que saludé y con la que me insinué en El
Latino es un cacho de pibón, un bombón con la que ya quisiera darme yo un
revolcón.... o dos. ¿dos? Ya que
estamos... tres o cuatro. Y si nos ponemos tontos, una alegoría de mentiras, un pasteleo de
cositas bonitas, un cosquilleo descompasado con su boca ardiendo cuando la
acaricie con mis manos, cuando la temple y aleccione con descaro, con mucho
cuidado...con mucho cuidado, Cyrano , cálmate soldado... con mucho cuidado,
con... despacio.
Yo no quiero
tías súper guapas y esbeltas, o sí, quiero que transmitan, que aporten, que me
descoloquen, que... calla que es para mayores. Este pibón que yo he observado desde
hace años no me dura un par de asaltos. Témplate, Cyrano, ten cuidado, no pierdas de nuevo el paso, soldado, y te cueste una trifulca tu desparpajo. Más de una
y de dos veces me ha pasado. Y bien que lo he pagado. Como lo haría de nuevo, tantas
veces como haga falta, ya que estamos...y es que yo no me avergüenzo cuando escribo o hablo sobre mi pasado.
Ten cuidado,
morena, ten cuidado... y ve despacio.
¡Ay, el Latino!... El Latino, testigo de parte del pasado de muchos. Yo también pasé por allí, y vuelvo en ocasiones con intención de revivir algún episodio.
ResponderEliminarTodo por culpa de mujeres, gracias a Dios.